Los poemas están hechos, uno tiene que descubrirlos

"Los poemas están hechos, uno tiene que descubrirlos"

Para el poeta caucano Horacio Benavides la inspiración no es un elemento presente en sus textos, él realiza un proceso donde busca y al final encuentra cada poema. Es un hombre tímido, lee y escribe en horas del día, se acuesta temprano y solo trasnocha si la ocasión lo amerita. Benavides en uno de los escritores invitados a <<Popayán Ciudad Libro 2019>>, además en el marco de la feria se le realizará entrega del Diploma a la Excelencia Literaria por los méritos reconocidos a su obra poética.

El gato                                   

 El gato que duerme

es otro gato

porque a las once

es sólo sombra

El que a las tres

de la mañana cae

como sombrero lento

es porque ya no ondula

en el agua

en el desierto

El que a las seis

busca la leche

es porque guardó

su oscuro sobretodo

Como gato describió Robinson Quintero Ossa a Horacio Benavides en una entrevista realizada para el libro “13 Entrevistas a 13 Poemas Colombianos (y una conversación imaginaria)”. El gato se cruzó en la vida de Horacio para volverse poesía a través de versos fluidos, breves y enriquecidos de imágenes, que traen al presente un pasado que según Benavides nunca lo abandonó.

 

Según el escritor y crítico literario Julio César Londoño, Horacio es una de las voces más nítidas y poderosas de la poesía latinoamericana. Foto tomada de: https://www.forbes.com.mx/la-poesia-renovadora-balsamica-horacio-benavides/

 

Horacio Benavides nació en Bolívar, Cauca en 1949. Desde muy pequeño y por influencias de su madre, padre y abuelo, desarrolló una sensibilidad frente al entorno rural que lo rodeaba. Este poeta cuenta que uno de sus primeros recuerdos de la infancia es cuando tenía alrededor de tres años de edad, y su mamá lo llevó al pueblo, allí pasaron la noche en un hotel. Cuando él despertó a la mañana siguiente sintió mucho miedo y rompió en llanto, pues no había escuchado el canto de los pájaros que solía escuchar todos los días en su casa. Aunque Horacio no había sido consciente del canto de los pájaros al que estaba acostumbrado, el silencio que experimentó aquella mañana le hizo entender la ausencia.

“Cuando algo desaparece tiene la posibilidad de resurgir, aparece luego como una imagen, es por esto que perder es fundamental no solo para quien escribe sino para todas las personas. Todos perdemos queramos o no, y es que sin ese vacío no existiría la posibilidad de crear. En ultimas la literatura y el arte son una recreación”, asegura Benavides.

La madre de Horacio no era escritora o poeta, tampoco leía mucho, sin embargo, contaba con un oído especial para darse cuenta donde estaba lo fundamental de cualquier historia que escuchaba. Fue así que sin darse cuenta le enseñó a su hijo a amar el lenguaje, a ver la vida a través del mismo y a entender el mundo desde los sentimientos. “Recuerdo que mi madre nos contaba que siendo niña fue a un pueblito que se llama San Juan, y decía ella que estaba en la plaza cuando de repente un borracho se paró en el centro de la plaza y dijo: ‘Estos dicen que son ricos porque tienen fincas. Rico yo que todo lo que ven mis ojos es mío’. Parece imposible que un campesino dijera esto y que una muchachita de once años dijera esto es bello y lo guardara en su memoria para contarlo después”, narró Horacio.

Pero su mamá no fue la única influencia poética que Benavides tuvo en su niñez. Su abuelo, un día lo invitó a que lo acompañara a ver un caballo que tenía y en el camino de pronto se detuvo y dijo: “Gallinazo buen amigo, mi caballo se ha perdido, ayúdamelo a buscar si es que no te lo has comido”. Esa copla tan sencilla y simple fue el primer acercamiento que Horacio tuvo con la poesía, pues en ese momento, con tan solo cuatro años, soñó por primera vez un poema, imaginaba el campo verde, las lomas, el gallinazo y el caballo muerto. “Las cosas suceden, nadie quiso enseñarme nada, sino que alguien me dio algo sin saber por qué ni para qué”, afirma el poeta.

La poesía de Horacio Benavides está atravesada por la presencia de animales y objetos, la muerte, el amor, las piedras y las estrellas. Se caracteriza por ser sencilla, pero a la vez tan compleja que logra hacer una reivindicación del hombre a partir del contacto con la naturaleza. Según el escritor Fabio Martínez, “la poesía de Benavides cuenta con una economía del lenguaje muy clara, casi que minimalista, que le canta fundamentalmente a las cosas sencillas pero no de manera simple sino profunda”.

La brevedad en los poemas de Horacio es una característica recurrente, al respecto el poeta asegura: “Hay algo que viene por la sangre, mi herencia india viene con silencio. Entonces por eso creo que no es muy difícil encontrar el silencio en la palabra cuando uno lo ha vivido. Recuerdo una anécdota con mi padre que creo es muy importante. Cuando tenía 10 años, cruzábamos una montaña a caballo, viajábamos a otro pueblo, él iba adelante y yo atrás, no nos cruzábamos palabra. Llegó la hora de almorzar, desbaratamos el almuerzo, nos sentamos bajo un árbol y comimos. Él no me dijo nada, yo no le dije nada, y continuamos el viaje. Esa es una lección de silencio grandísima”.

 

Un instante y no volverá a brillar

 

Esta muchacha

bello animal al que podríamos tocar

si espantáramos el miedo,

imperceptiblemente se fuga

Rosa en el esplendor del día

la noche desde su corazón avanza

Dios indiferente

guárdala entre tus grandes manos

y que este instante de eternidad

sea también mañana

 

El amor es una experiencia que todos los seres humanos vivimos en diversos momentos de nuestras vidas. Para Horacio, sus poemas de amor son un reflejo del descubrimiento de ese sentimiento que es el amor y otros sentidos extraños que lo acompañan. “Me enamoré a los once años. La niña me parecía extraordinaria, preciosa, y como soy muy tímido no podía decirle que la quiero, además eso es difícil para un adolescente y creo que hasta para un viejo, entonces le escribí una carta de amor. Al poco tiempo me contestó que sí, y fui el hombre más feliz del mundo con esa respuesta. Tuve un primer encuentro con esta chica y fue en una tienda. Llegué primero, estaba muerto del susto porque de alguna manera la iba a enfrentar. Me senté y esperé, cuando de pronto llega ella. En ese momento me quedé mudo, mis palabras no salían, entonces todo lo que hice en ese encuentro fue acariciarle el cabello. Cuando ella se fue sentí miedo, en esa época yo creía que el miedo era una tontería, solamente más tarde me di cuenta que esa es una condición del amor. Esa primera condición que descubrí del amor se reproduce después en varios momentos de mi vida y en mis libros”.

Este poeta, aunque es caucano, ha vivido gran parte de su vida en Cali, pero según él, nunca ha salido de su pueblo. Antes de dedicarse a la poesía, Benavides fue pintor, estudió en el Instituto Departamental de Bellas Arte, sin embargo, por razones que no vienen al caso, desistió de crear imágenes por medio del pincel y en cambio decidió hacerlo por medio de las palabras. De aquella etapa artística solo quedó un cuadro que él le regaló a su esposa, quien lo conserva como testigo del inicio de su carrera poética. En 1979 publicó su primer libro de poemas titulado “Orígenes”, de ahí en adelante ha escrito dieciséis libros, entre los que se encuentran trece poemarios, una antología poética y dos libros de adivinanzas para niños, con los que el poeta asegura, cumplió su deseo de hacer rimas.

Actualmente Horacio realiza talleres con niños, al respecto él comenta: “Es un trabajo que me anima y fortalece mucho, los niños tienen fe, creen y eso me parece extraordinario. Tengo una anécdota muy bonita de algo que sucedió con la fe de los niños. Estaba haciendo un taller en Tuluá con unos niños de la calle, como de siete a doce años, les estaba contando la historia de la esfinge griega donde aparece una adivinanza, y les dije: si ustedes no contestan, corren el riego de morir. Porque esa era la condición de la esfinge, quien no descifraba el enigma, moría. Cuando terminé de decir eso vi que tres niños se salieron sigilosamente por la ventana, yo pensé que se habían aburrido, pero cuando el taller acabó, igual que gatos en punta de pie volvieron y se acomodaron en donde habían estado. Me di cuenta que estaban completamente convencidos que morirían si ellos no adivinaban. Esa fe es hermosa porque es una inocencia donde toda la mente está comunicada con el cuerpo, lo que para nosotros es imposible, para ellos es posible”.

Portadas de libros

Origenes

Cuentos Completos

El programa Editorial de la Universidad del Valle realizó una compilación de sus dos primeros libros de cuentos, “Bomba Camará” y “En busca de tu nombre”, titulada “Cuentos Completos”.

Agua de la orilla

Bomba Camará

Bomba Camará, primer libro escrito por Umberto Valverde.

Tapiz al revés ¿Dime quién es?

Reina Rumba

Celia Cruz, Reina Rumba es la única biografía escrita en vida de la cantante.

Como acabados de salir del diluvio

Quítate de la Vía Perico

Quítate de la Vía Perico fue llevada al cine por Umberto Valverde Junto al cineasta Antonio Dorado, con el nombre de “La Dura”.

La serena hierba

Que todo el mundo te cante

Umberto Valverde y Jairo Varela sostuvieron una amistad de 30 años, la cual esta plasmada en el libro “Jairo Valera, que todo el mundo te cante”



Popayán Ciudad Libro 2019

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